viernes, 26 de febrero de 2016

Psicología Forense (Informes periciales)


“Psicólogo Getafe AlfaCrisol” cuenta con un área de Psicología Jurídica especializado en Psicología Legal y Forense, inscritos en el turno de Peritos Psicólogos Forenses del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad de Madrid.


La actividad consiste principalmente en el ASESORAMIENTO a particulares y abogados/as, en la emisión de INFORMES o DICTÁMENES PERICIALES y ratificación en JUICIO
De igual modo intentamos resolver conflictos  entre dos o más personas a través de la MEDIACIÓN FAMILIAR.

“Psicólogo Getafe AlfaCrisol”






sábado, 13 de febrero de 2016

APRENDE A CONTROLAR LA IRA

¿Eres una persona que pierde fácilmente los estribos? ¿Te enfadas con mucha facilidad con las personas que te rodean? ¿Sientes que ante los conflictos un feroz lobo sale de ti y no te puedes controlar? ¿Tienes problemas en las relaciones debido a tu falta de comunicación?

La ira no deja de ser una defensa de uno mismo hacia un entorno que es percibido como amenazante. Cuando sentimos que nuestra integridad física o psíquica se ve amenazada, se se pueden dar 3 tipos de respuestas: la huida, la parálisis o la lucha. La ira es una forma de lucha, una coraza que proyectamos, nuestro escudo personal como una forma de defendernos, pero cuando ésta es desmesurada y nos causa problemas en nuestras relaciones, es importante controlarla.



Aquí te dejo 6 consejos para que empieces a aprender a controlar tu ira:

  • Time out: el tiempo fuera es una buena forma de desconectar de ese momento en el que nos estamos alterando. No significa huir de la situación, sino de esperar el momento oportuno y hablarlo en frío, sin dejarse llevar por los impulsos. Puesto que, cuando estamos en ese momento de tensión, podemos llegar a hacer cosas y decir cosas que no deseamos. Cuando empiezas a dejar un tiempo para recapacitar las cosas, irás viendo que sí puedes controlarte ante las situaciones.
  • Respira: respirar parece fácil de decir, pero realmente es muy complicado, ya que durante un estado de ira hiperventilamos. Siéntate o túmbate y realiza una simple relajación diafragmática: es fácil. Deposita tu mano encima de tu barriga, intenta que la respiración mueva la mano. Al principio verás que aquello que se mueve es tu pecho, la parte torácica de arriba, eso indica ansiedad. Esfuérzate en mover la mano, cuando tu respiración se vuelva abdominal, entonces será mucho más relajada.
  • Empatiza: ponerse en el lugar del otro es importante para poder entender la situación desde todos los puntos de vista, así como las emociones y los sentimientos que provocas en los demás. “Trata a los demás como crees que les gustaría ser tratados”.
  • Descarga tu energía: La ira es una de esas emociones que generan energía por todo el cuerpo. Esta energía si no es liberada, se acumula y nos tensa. El realizar deporte u otra actividad física en la que se libere toda la presión hace que afrontes tú día a día y otras situaciones de estrés con mayor flexibilidad y apertura.
  • No pueden leer tu mente: si hay algún comportamiento de las personas que te rodean que te molesta, intenta transmitirlo de buenas formas, así tendrán en cuenta qué te molesta. El no hacerlo puede dar paso a malos entendidos y dar por supuesto intenciones que no concuerdan con la realidad.
  • Cuida tus hábitos: la adicción a estimulantes como el tabaco, el alcohol y beber cafeína, así como dormir y comer mal, influye en nuestro bienestar. Intenta conocer tus hábitos para poder cambiarlos.

Para finalizar, te dejo con el fragmento de una leyenda india para reflexionar:

Un día, un viejo indio hablaba con su nieto y le decía: "Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de ellos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro, está lleno de amor y compasión..."
El nieto le preguntó:
"Abuelo, dime ¿cual de los dos lobos ganará la batalla en tu corazón?"
El abuelo contesto:
"Aquel que yo alimente"


¡Muchas gracias por visitar “Psicólogo Getafe AlfaCrisol”  http://www.alfacrisol.com/



sábado, 23 de enero de 2016

¿CÓMO ENFRENTAR UNA CRISIS SUICIDA?

¿Qué es una crisis suicida?

 La crisis suicida es una crisis psíquica que puede conducir al suicidio. 

¿Quiénes son los primeros en detectar los signos?

 Por lo general, una persona del entorno cercano es testigo de los primeros signos que aparecen en el inicio de la crisis. 

Primeros signos

Muchos síntomas pueden evidenciar una crisis suicida. Para detectar la crisis es necesario analizar todos los síntomas en conjunto y no de manera aislada. Estos síntomas y un cambio repentino de comportamiento son signos de alerta que los seres cercanos deben tener en cuenta. 


Estos síntomas son:
·        Expresión de pensamientos o intenciones suicidas.
·        Desaliento.
·        Sufrimiento psíquico intenso (angustia, depresión...).
·        Pérdida del sentido de la vida y de los valores.
·        Cinismo.
·        Aislamiento o actitud de repliegue (la persona evita el contacto con quienes le muestran simpatía o afecto, anestesia afectiva).
·        Gusto por lo morboso.
·        Deseos de tener armas.
·        Calma aparente.

Otros signos de alerta

·        Aburrimiento.
·        Tristeza.
·        Llanto.
·        Sentimiento de fracaso.
·        Trastornos del sueño.
·        Trastornos de la memoria.
·        Dificultad para relacionarse con los demás.
·        Pérdida del apetito o bulimia.
·        Sentimiento de injusticia.

Factores que favorecen la aparición de pensamientos suicidas
·        Depresión.
·        Alteraciones psiquiátricas anteriores.
·        Alcoholismo.
·        Toxicomanía.
·        Patologías graves. SIDAcáncer...
·        Antecedentes familiares.
·        Alguna experiencia dolorosa.

Cómo abordar una crisis desde la perspectiva individual.

Muchos caen en un estado emocional crítico, otros mantienen la idea de suicidarse,  puede ser la suma de varios acontecimientos la que propicie el final de una vida.

El suicidio es consecuencia de varios factores sociales, demográficos, psicológicos, históricos entre otras características. Según las cifras de la OMS 800 000 personas se suicidan al año.

Durkheim define el suicidio de la siguiente manera “todo caso de muerte que resulte, directa e indirectamente, de un acto, positivo o negativo, realizado por la víctima, sabiendo que ella debía producir el resultado” , él nos orientaba acerca de que el suicidio no era exactamente un acto repetitivo sino más bien tenía un origen individual, todos tenemos una historia y contexto de vida diferente.

Seguramente muchos de nosotros hemos experimentado más de una vez esta sensación por alguna circunstancia  que nos parecen imposibles de solucionar o bien han dejado muy lastimada las emociones.

Pero…¿Qué sucede durante una crisis?,¿Que podemos hacer en caso de que se nos presente?.

Aquí te expongo brevemente un caso:

Julia solía tener problemas emocionales

Ø  Me voy a matar!

Cada vez que percibía el rechazo de su familia y amigos le dolía y para variar perdió su trabajo… sentía que ya no podía más que este era el final.

-        Es la solución a todos mis problemas finalmente a nadie le importara.
-        Julia toma el cuchillo y lo piensa mucho concentrando toda su emocionalidad pero… en realidad lo único que quiero es ser feliz.

Julia es consciente de que sus conflictos le han pesado mucho pero también, todos al igual que ella, en alguna medida nuestro único deseo es estar feliz, tener una estabilidad que les permita continuar con nuestras expectativas personales.


Durante una crisis, la emoción pesa más que la razón, sin embargo paradójicamente a esta lo racionaliza y deciden quitarse la vida.

Algunas de las medidas que se puede tomar la persona que se encuentre en crisis suicida (¡OJO! esto no sustituye una intervención profesional de un psicólogo clínico):

  • Ø  Piensa que ningún hecho determina tu futuro.
  • Ø  Posteriormente mantén tu pensamiento en blanco, olvídate de aquello que te aflige, concéntrate totalmente, tomate tu tiempo.
  • Ø  Respira hondo y profundo, cuenta hasta 10.
  • Ø  Mantente a salvo, es lo mejor que puedes hacer en ese momento y permítete expresar lo que quieras.
  • Ø  Si te es posible, marca a un número de emergencia en donde atiendan este tipo de situación.
  • Ø  Reflexiona por un momento ¿Es la única solución posible?.


Por último y no menos importante es indispensable tener algunos indicadores que nos permitirán detectar la aparición de estas crisis:
  • Ø  Encontrarse en depresión.
  • Ø  Incapaz de superar el dolor.
  • Ø  Poca o nula capacidad de tomar decisiones.
  • Ø  Autodespreciarse física y psicológicamente.
  • Ø  Perder el control de sí mismo.
  • Ø  Darle mucha importancia a los detalles más mínimos.
  • Ø  No dormir por preocupaciones.
  • Ø  No comer debido al enojo o tristeza que se esté experimentando.
  • Ø  Tener conflictos con personas cercanas.
  • Ø  Autolesionarse para evadir el dolor interno.
  • Ø  Verbalizar el suicidio.


Si identificaste alguna, debes reflexionar si además de esa situación (que no esté en la lista) pueden existir otras actitudes y motivos para evitar estas crisis o bien atenderlas de forma efectiva. Adicional a esto te invito a ponerte en contacto con un profesional o concretamente con nuestro Gabinete "Psicólogo Getafe AlfaCrisol"

Es importante que las personas que presentan esta situación siempre deben ser conscientes de que no están solos. Es posible que todas las puertas se hayan cerrado o hayan perdido todo y sin embargo deben seguir con paso firme, se tienen a sí mismos. Cómo alguna vez lo menciono Viktor Frankl “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”.

Referencias.

Quintanar, F. (2007). Comportamiento suicida: perfil psicológico y posibilidades de tratamiento. México: Pax.
Acero R. P. & Pérez B. S. (2013) Suicidio: cómo prevenirlo y cómo ayudar a los sobrevivientes. Bogotá: San Pablo.
Suicidio. Organización Mundial de la Salud. Consultado 20 de enero de 2016 en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs398/es/

Agradecimientos.

Gracias por visitar este blog de Psicólogo Getafe AlfaCrisol. Si es la primera vez que estas aquí también te invito a ver otros artículos o a visitar mi página web http://www.alfacrisol.com/, en Getafe (Madrid). 
Si deseas contactarme puedes hacerlo mediante teléfono 629 18 58 96  o por mail  info@alfacrisol.com

Si te pareció útil e interesante no olvides compartirlo. Unidos mejoramos la calidad de vida de todos. También te invito a realizar una reseña en Google+ haciendo click en [reseña].


Espero que te haya sido útil …..



sábado, 16 de enero de 2016

Asumir la responsabilidad total de nuestra vida

El paso definitivo hacia la madurez humana es aceptar toda la responsabilidad de nuestros actos, incluyendo nuestras respuestas emocionales y de comportamiento ante todas las situaciones de la vida. Sin embargo, la tendencia a culpar a otras personas o cosas de nuestras respuestas, es tan antigua como la especie humana. Muchos de nosotros crecimos culpando. Defendíamos nuestro comportamiento más inadmisible.”Ya te tocaba”. “Tú me hiciste lo mismo”. “Sólo te estoy dando a probar de tu propia medicina”. Aprendimos a explicar nuestros fracasos sobre la base de que no teníamos los recursos para funcionar, e incluso alegamos que “nuestras estrellas no estaban en buena posición y que la luna no se encontraba en la casa adecuada”. La tristeza fundamental es que los que culpan no están en contacto con la realidad. Por consiguiente, no llegan nunca a conocerse a sí mismos. No maduran. No crecen. Es un hecho de la vida: El crecimiento comienza donde la inculpación termina. Lo contrario a la tendencia a culpar es aceptar la responsabilidad total de nuestra vida, convertirse en dueño, no en inculpador. Los dueños saben que algo en ellos explica sus respuestas emocionales y de comportamiento en la vida. Es una evidencia del paso definitivo hacia la madurez humana. La responsabilidad asegura que vamos a crecer.
 ¿Qué significa responsabilidad total?
 Todos sabemos por experiencia personal que no somos completamente libres. Hay veces es en que nuestras reacciones se escapan por completo de las riendas del autocontrol. No podemos encender y apagar nuestras emociones como si fueran controladas por un botón. Hay ocasiones en que sencillamente no podemos ser todo lo que quisiéramos ser, hacer todo lo que quisiéramos hacer o decir sólo las cosas que nos gustaría decir. Algunas veces nuestros hábitos nos mantienen cautivos.
Aceptemos que no somos completamente libres. Todos hemos sido programados desde la infancia hasta la niñez. Y esta programación limita nuestra libertad. Además, hemos practicado nuestros hábitos durante tanto tiempo y con tanta fidelidad que éstos también disminuyen nuestra libertad de elección. Y algunas veces simplemente nos controla la vieja inercia humana.
Es evidente que la responsabilidad total no implica plena libertad. Lo que significa responsabilidad total es lo siguiente: hay algo en mí que determina mis acciones y respuestas ante los diversos estímulos y situaciones de la vida. Puede ser el resultado de los genes, mi programación, o la fuerza de mis propios hábitos; pero es algo en mí. Asumo la responsabilidad total de eso. Hago lo que hago, digo lo que digo por algo que hay en mí.
No tenemos plena libertad, pero tenemos más libertad de la que creemos, de la que usamos. Aunque tengamos todos estos condicionamientos,  cuando nos hacemos adultos tenemos la opción de revisar nuestras viejas formas de actuar, nuestra programación y viejos hábitos, y cambiar lo que nos hace sufrir. No es fácil, pero es posible, con esfuerzo y perseverancia. Podemos asumir el control de nuestra propia vida, sin culpar a los demás, a la suerte, o a algo desconocido, descubriendo como somos realmente, con nuestras virtudes y limitaciones, en proceso de crecimiento. Podemos seguir aprendiendo a vivir de manera satisfactoria. A fin de cuentas, la felicidad es una tarea interior.
Para ello, necesitamos pedir ayuda, ya que la tarea puede resultar abrumadora y los sentimientos que nos produce hacernos caer en la desesperanza y el escepticismo.

Es posible cambiar pero para ello es necesario conocerse y experimentar nuevas formas y comprobar con la práctica lo diferente que es ver las cosas de una manera o de la otra.
“Psicólogo Getafe AlfaCrisol”


jueves, 17 de diciembre de 2015

Entrevista a AlfaCrisol en Getafe Radio



Entrevista a AlfaCrisol en Getafe Radio


Esta tarde hablamos con José Antonio Alfageme, Psicólogo de la clínica AlfaCrisol, situada en el municipio de Getafe. Nos hablará sobre los distintos  tratamientos y psicoterapias que podemos encontrar en su consulta.
José Antonio Alfageme, psicólogo clínico colegiado (COP) M-27143. Dirige su propia  consulta privada de psicoterapia “Psicólogo Getafe AlfaCrisol” (Centro Sanitario Autorizado por la Comunidad de Madrid CS11889). Principalmente, se dedica al área clínica (psicoterapia personalizada) además de otras actividades relacionadas con la psicología (talleres, psicoterapia a grupos, informes periciales, supervisión y formación, atención a discapacitados psíquicos, etc …).   







http://getaferadio.com/2015/12/16/jose-antonio-alfageme-psicologo-getafe-alfacrisol/

Gracias a los avances sociales y a la mayor información que todos en general tenemos, la figura del psicólogo se ha hecho más cercana, familiar y conocida. Hoy, el psicólogo, se presenta como una opción más accesible para la mejora de la salud mental y del bienestar general.
La consulta está situada en el centro de Getafe.
Avda. General Palacios, nº 10.
“Psicólogo Getafe AlfaCrisol”

viernes, 4 de diciembre de 2015

DIFERENCIAS ENTRE MIEDO, ANSIEDAD Y ANGUSTIA

El miedo es definido clínicamente como una perturbación angustiosa del ánimo debido a un riesgo o mal que amenaza realmente o que se representa en la imaginación. El miedo es una situación emotiva primaria y fundamental, que está presente en el hombre desde los primeros días de su vida (ausencia de la madre, oscuridad, al oír un fuerte ruido, en la pérdida de un apoyo físico o afectivo, etc.).

Trae consigo fenómenos físicos derivados (variación del pulso y de la respiración, reacciones motoras, etc.); estos fenómenos son esténicos (alta excitación) o asténicos (baja excitación), según que las reacciones emotivas se vean favorecidas o frenadas, respectivamente, y dependen del temperamento individual. El miedo se distingue del temor en que es menos reflexivo que éste; sin embargo, el objeto del miedo es concreto y determinado, lo contrario de lo que ocurre en la angustia.


La ansiedad y el miedo son maneras normales que tenemos para responder hacia peligros percibidos o imaginados. La ansiedad usualmente empieza con un peligro no muy bien definido, mientras que el miedo usualmente empieza cuando hay una situación que está muy bien definida, como un auto que se nos viene encima. Esta relación entre la ansiedad y el miedo se puede graficar de esta manera:

  Ansiedad -----------peligro
         no muy bien definido
 Miedo------------------peligro
         muy bien definido


La ansiedad y el miedo nos causan también muchos síntomas mentales incómodos, como el sentirnos indefensos, la confusión, la aprehensión, la preocupación y los pensamientos negativos repetitivos.

La ansiedad varía desde la leve aprensión de quien prueba la temperatura del agua antes de nadar, hasta el pánico rayano en el caos, de la persona totalmente incapaz de controlar sus funciones corporales. Entre estos dos extremos se encuentran los sentimientos de temor, miedo, irritabilidad, agitación, preocupación, impotencia, inseguridad, tensión, nerviosidad, cobardía, terror, todos ellos, grados diferentes de un sentimiento de incertidumbre en cuanto a la propia seguridad.

La pérdida de la estima también provoca ansiedad. Puede manifestarse como temor al fracaso, temor a ser descubierto como un individuo sin valor alguno o como temor al ridículo.


La angustia es definida como aflicción o congoja. Puede significar una situación psicológica conflictiva a causa de la cual el sujeto vive continuamente en una situación de ansia, debatiéndose entre el deseo y la aversión.

Más genéricamente todavía, puede decirse que la angustia es el tono emotivo con el que el hombre vive una cierta situación con respecto al mundo, significado que la psicología moderna toma de la filosofía. Freud fue un gran estudioso de la angustia y la definió alternativamente como 'reacción del Yo ante el peligro' o 'situación de impotencia'.


        Las más recientes teorías sobre la angustia la definen como 'imposibilidad de ponerse en relación con el mundo'. La angustia no guarda relación con su objeto o causa. Esta es normalmente pequeña y hasta insignificante, mientras que el tono emotivo angustioso puede ser enorme. Generalmente la angustia está vinculada a trastornos físicos, siendo causa o efecto (esto es difícil de determinar) de enfermedades psicosomáticas donde lo físico y lo psíquico se interfieren mutuamente.

“Psicólogo Getafe AlfaCrisol”