Podemos definir una Crisis Vital como
una etapa especialmente significativa que implica un cambio radical en
la vida de una persona. Existen muchos tipos de situaciones que pueden
originar una crisis, lo que todas tienen en común es que se trata de eventos
que aparecen bruscamente y que afectan profundamente a quien los padece, pues
suponen un cambio drástico en su vida.
Hay distintos tipos de crisis:
Pueden ser evolutivas (relacionadas con el desarrollo en las distintas
etapas de la vidas) o situacionales (accidentales o repentinas, ocasionadas por
causas externas no siempre previsibles).
Algunos ejemplos de crisis vitales son:
.
- Pérdida
de un ser querido
- Enfermedad
crónica propia o de un allegado
- Separaciones
de la pareja
- La
independencia de los hijos fuera del hogar
- El
"vivir solo" y la autonomía
- La
adaptación a la convivencia en pareja
- Toma
de decisión sobre una carrera u oficio
- Cambios
de ámbito laboral o puesto de trabajo
- Mudanzas
- Desarraigo
ante la emigración (mudanza) a una nueva ciudad con patrones culturales
diferentes a los de origen
Las
crisis ocurren en distintas etapas:
1. Se eleva la tensión al inicio por el
impacto del suceso externo, y se produce ofuscamiento e irritabilidad.
2. La tensión persiste y aumenta por la
incapacidad de enfrentar la nueva situación con la norma habitual de conducta,
lo que provoca rabia e incertidumbre.
3. Al incrementarse la tensión, se movilizan
otros recursos: reducción de la amenaza externa, redefinir el problema, pedir
ayuda.
4. Si nada de lo anterior acontece, la
tensión aumenta hasta provocar incapacidad y grave desorganización emocional.
La crisis vital no es un trastorno mental,
pero es un factor influyente en la calidad de vida y en el bienestar de quien
lo experimenta. Todas las personas se encuentran expuestas a sufrir un período
de crisis vital en cualquier momento de la vida y es esperable atravesarlo con
un intenso malestar emocional, con cambios en las creencias, valores y patrones
comportamentales.
El sufrimiento es un aspecto inevitable de
la vida, del cual ninguna persona puede escapar. No es positivo ni negativo, es
desagradable de experimentar pero permite reflexionar, evaluar alternativas y
cambios de comportamiento, también mueve a reformular las creencias y valores
subjetivos y con ello los objetivos de vida.
Una crisis se vive con una enorme
pérdida de control emocional, ya que las estrategias que la persona suele
utilizar cuando se encuentra ante una dificultad no sirven en este caso, lo que
aumenta la sensación de incapacidad y ansiedad.
Cómo Superar una Crisis Vital:
·
No es
nada fácil, pero ante todo tómatelo como una oportunidad: para
cambiar de vida, para desarrollarte personalmente, para evolucionar… una
oportunidad al fin y al cabo de aprendizaje y mejora.
·
Mantén
la calma: es
lógico que tu mente se ponga a mil por hora. Es fundamental conseguir calmarla,
porque en caso contrario se dispara la ansiedad y resulta imposible tomar
decisiones con claridad.
o
⇒ Permítete un momento para liberar tu
angustia. Si
tienes que llorar llora, eso te va a ayudar a soltar tensión. Si
necesitas despotricar, concédete unos minutos (ojo!! m-i-n-u-t-o-s)
a solas (que no hace falta que nadie pague el pato).
o
⇒ Relaja
tu cuerpo con la respiración: un ejercicio muy sencillo y muy eficaz es tomar aire
contando mentalmente hasta cuatro, aguantarlo contando de nuevo hasta cuatro y
soltarlo despacito contando hasta ocho. Haz dos o tres inspiraciones profundas
como ésta y notarás los resultados.
o
⇒ No le
des carta blanca al dramatismo: la situación en sí ya es bastante complicada como
para añadirle más intensidad emocional, utilizando palabras y expresiones
catastrofistas. Fíjate en que lenguaje utilizas y modéralo.
·
Toma
las riendas: las
circunstancias que provocan una crisis suelen pasar por tu vida arrasando como
si fueran un tsunami. Pero a pesar de esto siempre te queda un margen de
maniobra en el que tú eliges el siguiente paso. Reconócete como parte activa en
el problema (¡y en la solución!), no te veas simplemente como una víctima
impotente ante las circunstancias. Lo que digas y hagas a partir de ahora
también influye, por lo que hazte responsable de tus decisiones cuanto antes.
·
No es
momento de reproches ni acusaciones (hacia ti o hacia otros/as): la culpa y el odio no te van a ayudar a
salir de ésta. Quizás no sea justo lo que te ha ocurrido pero con lamentos no
vas a restablecer el sistema de equilibrio que buscas. Y autocastigarte sólo
empeora tu sufrimiento, así que ¡para!.
·
Coge
papel y lápiz: poner
las cosas por escrito ayuda porque nos obliga a organizar ideas y emociones y
le da estructura a nuestro pensamiento.
o
⇒ Escribe
lo que te ocurre tal y como lo sientes. A continuación, resúmelo en un máximo de 3 líneas de
tal forma que lo describas de la forma más objetiva posible. Haz una lista con
todas las posibles soluciones que se te ocurran (sin pararte a analizarlas,
aunque algunas sean un disparate tú apúntalas). Después, contempla una a una
cada alternativa escribiendo sus ventajas y sus inconvenientes. Escoge aquella
que te parezca que te va a resultar más beneficiosa (o incluso la combinación
de varias) y llévala a cabo. Finalmente analiza los resultados y si es
necesario, escoge otra opción.
·
En
ocasiones, el impacto emocional es tan potente que no es posible afrontar sus
consecuencias sin ayuda externa: saber que ha llegado el momento de contar con una
ayuda profesional puntual, que te ofrezca unas opciones más eficaces que las
que tú mism@ o tu entorno más cercano te pueden ofrecer para aliviarte y salir
adelante, demuestra fortaleza y coraje por tu parte.
Idea
clave
Todos/as somos vulnerables a vivir un
suceso que suponga un giro inesperado y duro en nuestra vida y no tenemos por
qué poder solucionarlo solos/as. En la mayoría de las crisis emocionales
resulta necesario contar con ayuda para lograr hacerlas frente de forma eficaz.
Si tienes que pedir ayuda
Si estás pasando por una Crisis Vital y
necesitas orientación, te animamos a contactar con “Psicólogo Getafe
AlfaCrisol”. Centro Sanitario Autorizado por la Comunidad de Madrid y empezar a
trabajar para recuperar tu Estabilidad Emocional.
Jose Antonio Alfageme Jose Antonio Alfageme Es una experiencia por el que la mayoría hemos pasado o pasaremos en algún momento, y cuyo abordaje puede marcar la diferencia entre el crecimiento y la depresión
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