¿Te atreves a salir de tu zona de confort?
Somos seres de costumbres. A lo largo de los años hemos
ido formando determinados hábitos, maneras de hacer las cosas e incluso ciertos
patrones de pensamiento que nos transmiten seguridad. Estos
comportamientos y creencias dan vida a nuestra zona de confort, un
espacio en el que nos sentimos protegidos.
Cuando nos vemos obligados a salir de esta zona somos presa de
la ansiedad y la angustia, por lo que tenemos la tendencia a regresar inmediatamente a
ese espacio conocido donde creemos que estamos a salvo.
Hay muchas personas que, aunque no se sienten felices en su zona
de confort, permanecen en ella, ya sea por miedo o por
simple pereza (aunque detrás de la pereza suele estar escondido el miedo). Como
resultado, se quedan atrapadas durante años en relaciones de pareja que no
funcionan o puestos de trabajo insatisfactorios. Sacrifican
la felicidad por la comodidad.
Cómo salir de la
zona de confort
§
Plantéate metas asequibles. Busca algo que realmente te apasione pero
que nunca has hecho. Divide esa meta en pequeños objetivos, que puedas alcanzar
dando pasos que no te causen mucha ansiedad. Los grandes objetivos pueden ser
atemorizantes pero si vas poco a poco, llegarás muy lejos sin estresarte
demasiado.
§
Rodéate de personas que
comparten tus nuevos intereses. Tener a tu lado a personas que tienen tu
misma pasión y han logrado desarrollarla te será de gran ayuda, sobre todo
cuando flaqueas. Una red de apoyo te permitirá salir de tu zona de confort
sintiéndote más seguro.
§
Infórmate. Expandir
tus límites no solo significa divertirse, a veces conlleva un trabajo serio de
base, como cuando quieres emprender un deporte de riesgo o un proyecto laboral.
En esos casos, es fundamental que busques información para que puedas hacer los
cambios que deseas sin exponerte a peligros innecesarios.
§
Realiza un proceso de coaching. El coaching es
la mejor palanca que puedes utilizar para expandir tu zona
de confort. Tu coach te apoyará a la hora de plantearte
objetivos, lograr metasy superar nuevos retos.
La clave está en ir
poco a poco
También es importante que no demonices tu zona
de confort porque
en realidad esta no es totalmente negativa. El problema surge cuando nunca
sales de ese espacio y este se convierte en una barrera que te genera
insatisfacciones o te impide desarrollar tu potencial al máximo. Recuerda que
la búsqueda excesiva de experiencias nuevas termina produciendo apatía, es lo
que se conoce como adaptación hedonista.
Referencia
Bibliográfica:
Yerkes. R. M. &
Dodson, J. D. (1908) The relation of strength of stimulus to
rapidity of habit formation.Journal of Comparative Neurology and
Psychology; 18: 459-482.
“Si haces lo que
siempre has hecho, tendrás lo que siempre has tenido”
(Centro Sanitario Autorizado por la
Comunidad de Madrid nº CS11889)
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