Cuando las cosas van mal, es fácil sentirse abatido,
frustrado, deprimido o resentido con el mundo ……
Cómo nos sentimos con nosotros mismos determina en
gran medida nuestra capacidad para recuperarnos de estos golpes, y esto a su
vez influye en nuestro comportamiento y en nuestras decisiones.
Solemos
creer que cómo nos sentimos es consecuencia de las cosas que no pasan cada día.
Pero, la clave de cómo nos sentimos está en el pensamiento.
Vivimos una situación, acontecimiento o hecho. Y a raíz de eso
tenemos una serie de pensamientos.
Estos pensamientos, a su vez, generan unos sentimientos o
emociones: tristeza, enfado… etc. Y en virtud de cómo nos sentimos, así nos
comportamos.
Los sentimientos o emociones no son producto de las situaciones,
acontecimientos o hechos, sino de los pensamientos que tenemos a cerca de
ellos. Es decir, entre la situación y lo que sentimos está de por medio la interpretación que
hacemos de ese acontecimiento.
Si piensas de una determinada manera, así sientes y así actúas.
Entonces, si pensamos de otra manera, nuestras emociones cambiarán y con ellas
nuestro comportamiento. Lo importante es la actitud con la que nos tomamos
la vida y las cosas que nos suceden. No es fácil interpretar las cosas de
manera positiva, pues acostumbramos a hacer todo lo contrario, pero nunca es
tarde para comenzar, ¿te animas?
“Psicólogo Getafe AlfaCrisol”
(Centro Sanitario Autorizado por la Comunidad de Madrid nº CS11889)
“No nos hacen sufrir
los acontecimientos, sino lo que de ellos pensamos. Epictero.”
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