¿En qué
consiste el Trastorno Delirante?
El Trastorno
Delirante o Psicosis Paranoica es un trastorno psicótico
que se caracteriza por la presencia de una o más ideas delirantes o fuera de la
realidad, sin que por esto se produzca otra patología significativa
concomitante
Para
realizar este diagnóstico psicológico, las ideas delirantes deben persistir
como mínimo un mes y no deben ser la consecuencia directa del consumo de algún
tipo de sustancias o enfermedad médica.
Las
personas que tienen Trastornos Delirantes están firmemente convencidas
de cosas que no son realmente ciertas. Por ejemplo, creer que
son buenos escritores y que le han concedido un premio Nobel o pensar que están
siendo perseguidos y que hay personas que quieren hacerles daño.
Este tipo
de trastorno forma parte de un grupo de trastornos caracterizado por la
aparición de un único tema delirante o de un grupo de ideas delirantes
relacionadas entre sí que normalmente son muy persistentes, y que incluso
pueden durar hasta el final de la vida del individuo. El contenido del tema o
conjunto de ideas delirantes es muy variable. A menudo es de persecución, hipocondríaco o de grandeza, pero también
puede referirse a temas de litigio o de celos o
poner de manifiesto la convicción de que una parte del propio cuerpo está
deformada o de que otros piensan que se despide mal olor o que se es
homosexual.
Suele
comenzar hacia la edad media o avanzada de la vida, pero algunas veces,
especialmente en casos de creencias sobre deformaciones del cuerpo, surge en el
inicio de la madurez. El contenido de las ideas delirantes y el momento en el
que aparecen y suele poder tener relación con algunas situaciones biográficas
significativas, por ejemplo, ideas delirantes de persecución en personas que
pertenecen a minorías sociales. Fuera del comportamiento directamente
relacionado con el tema de las ideas o sistema delirante, son normales la
afectividad, el lenguaje y el resto de la conducta.
Se
caracterizan principalmente por ser personas con una o más ideas o creencias
muy persistentes que no son ciertas pero invaden constantemente sus
pensamientos, aunque no siempre influyen de forma directa en su vida cotidiana.
·
Su actividad laboral y social no
tiene por qué verse afectada, a no ser que las ideas delirantes estén
relacionadas con alguna de estas actividades o según el tipo de delirio. No
obstante, la mayoría de las personas que sufren este trastorno desarrollan un
estado de ánimo irritable, incluso pueden llegar a tener comportamientos
violentos.
·
Suelen ser personas muy reservadas
y guardan bastante secretismo a la hora de hablar sobre su delirio.
·
Son personas que pueden tener
ideas incoherentes y desorganizas, aunque para ellas tiene un sentido
indiscutible.
Tipos de ideas delirantes
Existen
cuatro grandes tipos de delirios en función del tipo del delirio, son los
siguientes.
Tipo persecutorio
Es el más
habitual. Quien lo sufre está totalmente convencido de que es objeto de algún
tipo de complot, y que le espían e incluso le persiguen.
Tipo grandioso
Este tipo
de delirio hace que la persona se considere así misma alguien importante porque
cree que ha realizado algún tipo de gran descubrimiento, que tiene un talento
extraordinario o que ha sido el protagonista de algún acontecimiento importante.
Pueden llegar a creer que son grandes científicos, banqueros, escritores, etc.
Tipo somático
Este tipo
de delirio afecta a los sentidos. La idea más frecuente es la creencia de que
una parte de su cuerpo desprende mal olor o que tiene algún parásito interno o
caminando por su piel.
Tipo celoso
El objeto
fundamental de este delirio es el convencimiento de que su pareja le es infiel.
Este convencimiento está basado en suposiciones incorrectas y en pruebas
inciertas. El gran problema de este tipo de idea delirante es que puede llegar
a agredir físicamente a su pareja.
Tipo erotomaníaco
Se basa en
la convicción delirante y persistente de ser amado por alguien. Generalmente
aparece más en mujeres que creen recibir mensajes o señales encubiertas de la
persona objeto de su delirio amoroso, y que suele ser un referente para ella
(un doctor, profesor, cantante, etc). Por lo general, tienden a ponerse en
contacto con esa persona a través de llamadas de teléfono, mensajes de móvil,
cartas, regalos, etc. Normalmente, la persona objeto de dicha idea ocupa un
estatus superior, aunque también puede ser un desconocido.
Tratamiento de
los trastornos delirantes
Existen
tratamientos que pueden aliviar los síntomas, reduciéndolos y ayudando a la
persona a pensar con más claridad.
El
terapeuta se centra en lograr la confianza del paciente a partir de una serie
de pasos lentos y progresivos. Lo más importante al principio es aceptar
aquello que nos explica, pero sin confirmar sus creencias, e intentar que
explore sus pensamientos y sentimientos poco a poco.
Desde la
perspectiva de la Terapia Cognitivo-Conductual,
el abordaje terapéutico se centra básicamente en la modificación de la creencia
delirante y sus consecuencias emocionales y conductuales. Es aconsejable
visitar periódicamente a un psicólogo o psiquiatra como parte del tratamiento,
con el fin de que le ayude y oriente a entender esos pensamientos y así poder
controlarlos mejor y aprender, también, a prevenir problemas futuros.
Fuente.- PsicoActiva.com
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