El miedo es definido clínicamente como una perturbación
angustiosa del ánimo debido a un riesgo o mal que amenaza realmente o que se
representa en la imaginación. El miedo es una situación emotiva primaria y
fundamental, que está presente en el hombre desde los primeros días de su vida
(ausencia de la madre, oscuridad, al oír un fuerte ruido, en la pérdida de un
apoyo físico o afectivo, etc.).
Trae consigo fenómenos físicos derivados (variación del
pulso y de la respiración, reacciones motoras, etc.); estos fenómenos son
esténicos (alta excitación) o asténicos (baja excitación), según que las
reacciones emotivas se vean favorecidas o frenadas, respectivamente, y dependen
del temperamento individual. El miedo se distingue del temor en que es menos
reflexivo que éste; sin embargo, el objeto del miedo es concreto y determinado,
lo contrario de lo que ocurre en la angustia.
La ansiedad y el miedo son maneras normales que tenemos para
responder hacia peligros percibidos o imaginados. La ansiedad usualmente
empieza con un peligro no muy bien definido, mientras que el miedo usualmente
empieza cuando hay una situación que está muy bien definida, como un auto que
se nos viene encima. Esta relación entre la ansiedad y el miedo se puede
graficar de esta manera:
Ansiedad
-----------peligro
no muy bien
definido
Miedo------------------peligro
muy bien
definido
La ansiedad y el miedo nos causan también muchos síntomas
mentales incómodos, como el sentirnos indefensos, la confusión, la aprehensión,
la preocupación y los pensamientos negativos repetitivos.
La ansiedad varía desde la leve aprensión de quien prueba la
temperatura del agua antes de nadar, hasta el pánico rayano en el caos, de la
persona totalmente incapaz de controlar sus funciones corporales. Entre estos
dos extremos se encuentran los sentimientos de temor, miedo, irritabilidad,
agitación, preocupación, impotencia, inseguridad, tensión, nerviosidad,
cobardía, terror, todos ellos, grados diferentes de un sentimiento de
incertidumbre en cuanto a la propia seguridad.
La pérdida de la estima también provoca ansiedad. Puede
manifestarse como temor al fracaso, temor a ser descubierto como un individuo
sin valor alguno o como temor al ridículo.
La angustia es
definida como aflicción o congoja. Puede significar una situación psicológica
conflictiva a causa de la cual el sujeto vive continuamente en una situación de
ansia, debatiéndose entre el deseo y la aversión.
Más genéricamente todavía, puede decirse que la angustia es
el tono emotivo con el que el hombre vive una cierta situación con respecto al
mundo, significado que la psicología moderna toma de la filosofía. Freud fue un
gran estudioso de la angustia y la definió alternativamente como 'reacción del
Yo ante el peligro' o 'situación de impotencia'.
Las más
recientes teorías sobre la angustia la definen como 'imposibilidad de ponerse en
relación con el mundo'. La angustia no guarda relación con su objeto o causa.
Esta es normalmente pequeña y hasta insignificante, mientras que el tono
emotivo angustioso puede ser enorme. Generalmente la angustia está vinculada a
trastornos físicos, siendo causa o efecto (esto es difícil de determinar) de
enfermedades psicosomáticas donde lo físico y lo psíquico se interfieren
mutuamente.
“Psicólogo Getafe
AlfaCrisol”