Si en algo están de acuerdo la
mayoría de los expertos en psicología es en asegurar que, a día de hoy, la
práctica de cualquier actividad deportiva supone una de las terapias
psicológicas más baratas que existen debido a
sus innumerables beneficios.
“La falta de actividad
deportiva en las sociedades occidentales es uno de los problemas más graves que
atentan contra la salud física y mental”, asegura el doctor Carlos Díez,
director de los Servicios Médicos Sanitas-Real Madrid.
¿CÓMO
AYUDA PSICOLÓGICAMENTE EL DEPORTE?
- La
práctica del ejercicio físico aporta muchos efectos beneficiosos a la salud
mental de las personas, entre los que destacan:
-
Disminuye el estrés: Reduce la ansiedad, la depresión y sus efectos, como
irritabilidad y mal humor, pues libera la tensión acumulada.
-
Genera motivación: Incrementa la capacidad para saber plantear y afrontar metas
desafiantes pero a la vez realistas y alcanzables.
-
Agudiza la mente: Aumenta el flujo de oxígeno al cerebro, mejorando la
capacidad de aprendizaje, concentración, memoria y estado de alerta.
-
Aumenta la autoestima: Al mejorar la imagen corporal e ir alcanzando metas,
aumenta la confianza en uno mismo y se desarrolla el espíritu de superación en
los demás aspectos de la vida.
-
Produce bienestar: Estimula la liberación de endorfinas, que son las hormonas
que producen sensación de placer.
-
Entretiene: Sirve para distraerse de las preocupaciones, divertirse y brindar
un estilo de vida saludable.
- Aporta
tolerancia a la frustración: Aprendemos a no desanimarnos y luchar con
constancia e intensidad por lo que de verdad queremos, superando los
contratiempos que inevitablemente surgirán.
-
Reduce la depresión: Cada vez más la actividad física es utilizada como
estrategia terapéutica complementaria e incluso, a veces, como alternativa a
otras formas de tratamiento para el tratamiento de los problemas de salud
mental. Tal es así, que los expertos afirman que las personas activas tienen
alrededor de un 40% menos de probabilidades de sufrir síntomas depresivos en
comparación con las sedentarias.
Según
el director de los Servicios Médicos Sanitas-Real Madrid, “el deporte nos da la
posibilidad de aprender a entrenar y potenciar habilidades mentales que nos van
a servir para mejorar en el deporte al que somos aficionados así como en
cualquier otro ámbito de la vida, ya sea laboral, académico o personal”.
La actividad física,
decisiva para el equilibrio mental y el bienestar
El estilo de vida actual genera
desequilibrios psicológicos relacionados con el estrés, la ansiedad o la
concentración. La solución a estos problemas puede llegar desde una práctica
deportiva regular y controlada, ya que proporciona un equilibrio mental que
influye en la percepción de un bienestar generalizado.
Practicar ejercicio físico, una nueva actitud mental
Levantarse del sofá y comenzar a hacer ejercicio permite poner
fin a una práctica sedentaria que puede degenerar en enfermedades coronarias o
neurovasculares. Ese primer paso supone para el nuevo deportista “un
cambio en el estilo de vida importante, un cambio mental”, según
afirma el doctor Miguel del Valle Soto, catedrático de la Universidad de Oviedo
y delegado del rector para el Deporte y la Salud.
“El bienestar psicológico es la suma de muchas
sustancias y de muchos factores”, señala.
Aunque todavía se está estudiando la repercusión del ejercicio
físico sobre la salud mental, el deporte actúa sobre el sistema nervioso
central, estabilizando determinadas proteínas y evitando la aparición de
enfermedades producidas por la ruptura“ del equilibrio de estas
sustancias”, afirma Miguel del Valle.
Dentro
de las proteínas endógenas generadas por el ejercicio físico, Pablo del Río
destaca las endorfinas como neurotransmisores “que son capaces de generar
una sensación de relajación y felicidad”.
Por
tanto, la mejora del equilibrio mental a partir de la actividad física no es
una sensación subjetiva sino un proceso fisiológico objetivo.
Según la opinión del catedrático Miguel del Valle, estos beneficios
convierten el
ejercicio físico en una actividad que debería ser prescrita en patologías como
la ansiedad, la depresión o los trastornos del sueño.
“En cualquier enfermedad mental, y prácticamente
en cualquier enfermedad, el ejercicio físico es una pieza clave”, afirma.
“Psicólogo
Getafe AlfaCrisol”