1º
Aprender respiración diafragmática
·
Ponte una mano en el pecho y otra sobre el estómago, para estar seguro de
que llevas el aire a la parte de abajo
de los pulmones, sin mover el pecho.
·
Al tomar el aire, lentamente, lo llevas hacia abajo, hinchando un poco
estómago y barriga, sin mover el pecho.
· Retienes un momento el aire en esa posición.
· Sueltas el aire, lentamente,
hundiendo un poco estómago Y barriga;
sin mover el pecho.
· Procura mantenerte relajado y
relajarte un poco más al soltar el aire.
2º Aprender a
hacerla más lenta
· Tomar aire, tal como se indica en el
párrafo anterior, lentamente y contando de uno
a 5.
· Retenerlo, contando de uno a 3.
· Soltarlo lentamente, mientras
cuentas de uno a 5.
Consejos sobre el uso de la respiración diafragmática lenta
Al empezar, practica
cuando estés más tranquilo. Te resultará más fácil si estás acostado (o
recostado) en un lugar cómodo, silencioso y con temperatura agradable.
No tomes mucho aire.
Recuerda que se trata de tomar poco y lentamente, para contrarrestar los efectos de la HV.
Es mejor respirar por
la nariz, pero si tienes algún problema que te lo impida, respira por la boca
sin abrirla demasiado.
Practica varias veces
al día (al menos 2 sesiones, de 10 minutos cada una). Al principio, conviene
anotar los resultados en el registro de respiración que se halla en la pagina
siguiente.
Cuando ya domines la
técnica en posición de tumbado o recostado, practícala en diferentes posiciones
(sentado, de pie, andando, …) y en diferentes lugares, empezando por los que te
resulten más fáciles.
Una vez aprendida, no será necesario que cuentes
mentalmente. Bastará con hacer respiración diafragmática lentamente.
No la utilices para intentar controlar la ansiedad hasta que sepas
respirar de este modo sintiéndote cómodo y relajado. Para conseguirlo, antes
tienes que practicar muchas veces.
La aplicación de esta
técnica para afrontar la ansiedad en tu vida cotidiana, supone que seas capaz
de ocupar en ella sólo una parte de tu atención, mientras dejas libre otra
parte de tu mente para atender otras tareas o
cuestiones.
Una vez adquirido su
dominio, dejarás de anotar las prácticas en registros y empezarás a utilizarla
para reducir la ansiedad y las sensaciones temidas, cuando aparezcan.
Recuerda que el
control respiratorio no es lo esencial y que la respiración diafragmática lenta no es necesaria para “estar a salvo”,
porque tus sensaciones no suponen ningún
peligro. Pero puede ayudarte a reducir tus síntomas a voluntad y, por
tanto, también te ayudará a comprobar que tu problema es algo que tú puedes controlar.
Agradecimientos.
Gracias por visitar este blog de Psicólogo Getafe AlfaCrisol. Si es la primera vez que estas aquí también te invito a ver otros artículos o a visitar mi página web http://www.alfacrisol.com/, en Getafe (Madrid).
Si deseas contactarme puedes hacerlo mediante teléfono 629 18 58 96 o por mail info@alfacrisol.com
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