A veces nos asaltan imágenes o ideas que llegan sin avisar y nos
producen un profundo malestar.
Lo que entendemos
por “mente” parece ser una sucesión de pensamientos, imágenes y percepciones
que raras veces se detiene.
En ocasiones controlamos de forma consciente
nuestros contenidos mentales, pero la mayor parte del tiempo funcionan de forma
automática, lo cual nos facilita la vida.
Los pensamientos
automáticos negativos son un caso especial. Se trata de sucesos que nos provocan
emociones desagradables e interfieren en la consecución de nuestros objetivos;
en ocasiones incluso se atribuye a este tipo de pensamientos un papel causal y
de mantenimiento en trastornos psicológicos, como sucede con la depresión.
Lo que entendemos por “mente” parece ser una sucesión de pensamientos, imágenes y percepciones que raras veces se detiene.
En ocasiones controlamos de forma consciente nuestros contenidos mentales, pero la mayor parte del tiempo funcionan de forma automática, lo cual nos facilita la vida.
Los pensamientos automáticos negativos son un caso especial. Se trata de sucesos que nos provocan emociones desagradables e interfieren en la consecución de nuestros objetivos; en ocasiones incluso se atribuye a este tipo de pensamientos un papel causal y de mantenimiento en trastornos psicológicos, como sucede con la depresión.
¿Qué
son los pensamientos automáticos?
Los pensamientos
automáticos son imágenes y verbalizacionesque surgen de forma
espontánea durante la vida cotidiana. Este tipo de pensamientos aparecen
constantemente y en general son adaptativos, ya que no podemos controlar
nuestra mente en todo momento, pero algunos tipos de pensamientos automáticos
favorecen la aparición de trastornos.
La problemática
principal de los estos pensamientos es que tendemos a tomarlos como verdaderos
a pesar de que no tengamos pruebas que los confirmen. Como aparecen de forma
natural, los pensamientos automáticos encajan en nuestro sentido de la
identidad, incluso cuando son negativos, y puede ser complicado distanciarse
de ellos.
El psiquiatra Aaron T. Beck, conocido por desarrollar el
modelo teórico y terapéutico más influyente en el marco de la terapia
cognitiva, planteó que los pensamientos automáticos negativos son la
causa inmediata de los síntomas de la depresión, puesto que hacen que
aparezcan emociones displacenteras e interfieren con la conducta.
Posteriormente se
ha aplicado este concepto también a otros trastornos, particularmente los que
se relacionan con la ansiedad, como el trastorno
obsesivo-compulsivo, la fobia social y el trastorno de
ansiedad generalizada.
Características
de los pensamientos automáticos negativos
Los pensamientos
automáticos negativos comparten una serie de rasgos que los diferencia
de otros contenidos mentales. Las características que describiremos a
continuación hacen referencia especialmente a los análisis realizados en torno
a la depresión.
1.
Involuntariedad
Como su nombre
indica, los pensamientos automáticos no dependen de la mente consciente sino
que aparecen sin que lo deseemos. Son una consecuencia automática
de las situaciones que encontramos en el día a día y no es posible controlarlos
antes de que aparezcan, aunque sí podemos manejarlos una vez han surgido.
2.
Pesimismo
Los pensamientos
automáticos negativos frecuentemente contienen mensajes pesimistas,
particularmente referidos a nosotros mismos y a nuestras
capacidades o valía personales. Por ejemplo, pensamientos similares a
“Aunque estudié suspenderé porque soy tonta” son habituales en muchas personas.
3.
Contraproductividad
El pesimismo
conlleva profecías de autocumplimiento: puesto que los pensamientos automáticos
negativos nos hacen dudar sobre nosotros mismos, si los tomamos como válidos interfieren
en la consecución de nuestras metas. En el ejemplo anterior, puede que la
persona apruebe si estudia, pero el pensamiento negativo dificultará que lo
haga.
4.
Plausibilidad
El hecho de que los
pensamientos automáticos negativos tengan normalmente un carácter plausible facilita
que nos identifiquemos con ellos. Además, hacer caso a estos pensamientos
lleva a que se vuelvan más realistas; si creemos que somos socialmente ineptos
es más probable que la ansiedad nos lleve a cometer errores en la interacción
social.
5.
Distorsión
A pesar de que
resultan creíbles, los pensamientos automáticos negativos se derivan de
interpretaciones distorsionadas de la realidad. Se basan en verdades parciales,
pero obvian hechos que los contradicen y que son igualmente
ciertos. Esta característica se relaciona con las distorsiones cognitivas que
describió también Beck.
¿Cuáles son las características de los pensamientos negativos?
Como hemos dicho antes, son un tipo de pensamientos automáticos
que suelen empezar con debería/debo, tendría/tengo que… e incluyen
términos absolutos como: nunca, siempre, todo, nadie,… con una
tendencia a la dramatización.
Un ejemplo sería: “Debería hacerlo todo bien, si no siempre seré
un inútil”.
¿Cómo se pueden identificar
pensamientos negativos?
Los pensamientos no son más que hipotésis que nos hacemos según
lo que hemos vivido o aprendido pero que determinan nuestras emociones y
conductas y llegamos a estar tan acostumbrados a ellos que no los cuestionamos.
Mediante el uso de la terapia cognitiva-conductual,
podemos aprender a pensar de una forma más racional, es decir, de una manera
que nos ayude. Así, la terapia ayudará a “filtrar” nuestros pensamientos para
quedarnos con los racionales y positivos.
Según esto, todo pensamiento debe cumplir cuatro criterios de
racionalidad, es decir, cuatro reglas de manera que si un pensamiento no cumple
alguna de ellas, será irracional y habrá que reformularlo. Estos criterios de
racionalidad son:
§ Objetividad.
Basado en pruebas objetivas.
§ Intensidad
de la emoción. Produce una emoción controlada en la persona.
§ Utilidad. Sirve
para conseguir las metas personales.
§ Formal.
Está formulado con palabras flexibles.
La suma de todos ellos produce el pensamiento racional.
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
El pensamiento surgió en el ser
humano como ventaja evolutiva para ayudarnos a adaptarnos de forma eficaz al
ambiente en el que vivíamos.
La sociedad ha evolucionado
enormemente durante los últimos 10 000 años, mientras que la biología de
nuestro cuerpo no lo ha hecho.
Somos máquinas obsoletas, que luchan
por adaptarse a un medio para el cual no están preparadas.
La parte buena es que somos
reprogramables, y podemos dejar de responder emocionalmente ante estímulos que
no suponen un peligro real.
AGRADECIMIENTOS
Gracias por visitar
este blog de Psicólogo Getafe
AlfaCrisol. Si es la
primera vez que estas aquí también te invito a ver otros artículos o visitar mi
página web http://www.alfacrisol.com/ , en Getafe.
Si deseas
contactarme puedes hacerlo en el teléfono 629 18 58 96 o por
mail info@alfacrisol.com
El pensamiento surgió en el ser
humano como ventaja evolutiva para ayudarnos a adaptarnos de forma eficaz al
ambiente en el que vivíamos.
La sociedad ha evolucionado
enormemente durante los últimos 10 000 años, mientras que la biología de
nuestro cuerpo no lo ha hecho.
Somos máquinas obsoletas, que luchan
por adaptarse a un medio para el cual no están preparadas.
La parte buena es que somos
reprogramables, y podemos dejar de responder emocionalmente ante estímulos que
no suponen un peligro real.
AGRADECIMIENTOS
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